Un exclusivo restaurante de sushi en California, Estados Unidos, instaló 3 cúpulas transparentes. Con apariencia futurista y con forma de iglú, estas cúpulas tienen el objetivo evitar el contagio de coronavirus en sus comensales.
Llevan el nombre de Garden Igloos. Y su inversión son un riesgo que los dueños de Hashiri Restaurant decidieron tomar. Ya que de esta forma, pudieron reactivar el negocio durante la pandemia.
“Queríamos seguir ofreciendo una experiencia gastronómica fina, y la seguridad y la paz. Mint Plaza es un espacio fenomenal. Solo que a veces la multitud no es muy favorable“; así lo señaló Kinichiri Matsuura, el gerente general del restaurante, al diario San Francisco Chronicle.
El restaurante de sushi tomo su inspiración en los domos del Mediamatic ETEN en Ámsterdam, un restaurante vegano. El precio de cada uno de estos “Garden Igloos” es de 1.400 dólares y pueden albergar hasta a 4 comensales en su interior.
La experiencia de comer en estos domos tiene un costo por persona de 200 dólares, según su página web. El precio incluye: 5 platos Kaiseki y Omakase Edomae Nigiri Sushi, según su carta. Asimismo, el restaurante pide que se haga una reserva con anticipación para programar la visita.
Medidas de seguridad en el restaurante
Entre las medidas de seguridad, el local le exige a los comensales turnos máximos de dos horas para consumir los 5 platos. De acuerdo con una publicación en el Facebook del restaurante oriental, hay dos turnos: el primero a las 5:00 pm y el otro a las 7:30 pm.
Cabe a destacar que, entre cada turno, el personal del restaurante desinfecta las cápsulas. También, el establecimiento añadió una canasta para las pertenencias de sus comensales. Y, rodeó con barriles los domos para separarlos de las personas que circulan por la zona.
Sin embargo, debido a esta especie de separación invisible, estos iglúes también han levantado críticas.
“A menudo es difícil determinar si el restaurante está respondiendo a problemas legítimos. O si el restaurante está respondiendo a los comensales adinerados que se sienten culpables por comer comidas caras en presencia de personas indigentes”; así lo dijo Jennifer Friedenbach, directora ejecutiva de Coalition on Homelessness al San Francisco Chronicle.
Por otro lado, Matsuura manifestó que los iglúes han sido un éxito. Esto ya que las ventas empiezan a resurgir luego del confinamiento por el coronavirus. El gerente general se proyecta a comprar más de estas burbujas, porque para él dan tranquilidad a sus clientes logrando la sensación de seguridad.